Tengo una casa muy bonita. Pero me ha torturado, desde que llegué a vivir aquí, uno de sus dos patios interiores. Al verlo, me trasladaba a la Inglaterra de Dickens o al Petersburgo de Raskolnikov. He cubierto de cortinas todas las ventanas que dan a ese espacio ennegrecido. He procurado vivir de espaldas a él,… Leer más
Libros
- Órdago, un paseo por la frontera vasca del Pirineo Junio, 2019
- Sept méditations sur Kafka Octubre, 2014