Mi Carso (Scipio Slataper)

De entre los autores triestinos, Umberto Saba e Italo Svevo eran los más conocidos en España. Después vino Claudio Magris, y con él nos llegó noticia de los Stuparich, Bazlen, Michelstaedter, Pahor y por supuesto Slataper, de quien gracias a una editorial nueva (Ardicia, 2013) podemos leer Mi Carso en una traducción extraordinaria de Pepa Linares. Y era imprescindible una traductora de su talento para conseguir trasladar toda la riqueza de una de las novelas más importantes de la literatura italiana del siglo XX. Mi Carso está dividida en tres partes anudadas por una misma voz que va desgranando otras tantas dimensiones o etapas de una vida emergente, una voz que monologa de diversas maneras según avanza el libro, con unos cambios e inflexiones sutiles, una voz lírica y trágica, racional y bárbara, nocturna y diurna, vitalista y estudiosa, pero siempre profunda, contenida e iluminadora. Por esta novela, por sus ciento y pocas páginas, pasa no sólo la historia de la cultura centroeuropea y mediterránea, no sólo la historia de Italia al menos desde la Unificación, sino que se apunta con toda claridad a la desembocadura del romanticismo a través del simbolismo en el nihilismo moderno (la tercera parte contiene una meditación sobre el suicidio) del que conforma una de sus más importantes realizaciones. Lo más importante para mí en este libro es su forma: el asombrosamente perfecto modo en el que un jovencísimo Slataper (tenía apenas veinticuatro años cuando apareció su obra) cambió acaso sin saberlo del todo el uso de la mera prosa poética por un despliegue en toda regla de los estrictos elementos paradigmáticos del poema en prosa. De hecho son Baudelaire y Rimbaud los autores cuyo rastro veo más presentes en casi cada párrafo. Hacía mucho mucho tiempo que no disfrutaba tanto con una obra de literatura que no sólo resulta actual sino que literalmente ha contribuido a crear desde cero eso que llamamos modernidad.

2 Comments Mi Carso (Scipio Slataper)

  1. Pepa Linares 26/02/2014 at 13:38

    Estimado señor de la Rica:
    Confieso que con la traducción de “Mi Carso” tuve muchas dudas mientras trabajaba, pero el texto tiene tanta fuerza que al final me llevó de la mano, cosa que suele ocurrir, como usted sabe, con la buena literatura. Me alegro mucho de que le haya gustado y le agradezco sus palabras.
    Reciba un saludo cordial.
    Pepa Linares

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  2. Álvaro de la Rica 26/02/2014 at 15:14

    Estimada señora Linares:
    Soy yo el que le agradece pues que se haya dejado llevar por el libro, y que tuviera por supuesto, gracias a años de trabajo, gracias a su pasión y su talento, le instrumento tan sumamente afinado.
    Otro saludo para Ud.

    Á dl R

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