Notas para un diario 266

Siempre me he preguntado si la frase del inicio de Ana Karénina (“Todas las familias felices se parecen; las infelices lo son cada una a su manera”) estaba fundada en aquella otra de la Ética a Nicómaco de Aristóteles (“Se puede errar de muchas maneras; acertar, sólo es posible de una”). La frase del griego parece un alegato contra el pluralismo, pero hay que entenderla en un sentido filosófico, o sea considerando que apela a lo que toda verdadera filosofía apunta: a tratar de distinguir apariencia de realidad. Por eso Tólstoi habla de que las familias felices se parecen, lo que no quiere decir en modo alguno que sean iguales. Desde este punto de vista, la segunda proposición de Tólstoi, bien leída, da pavor. C.S. Lewis escribió que “el bien, al perfeccionarse, se diferencia cada vez más no sólo del mal, sino de los otros bienes”. La frase de Aristóteles está en el contexto de la descripción del hacer virtuoso y él lo sitúa con claridad en el medio, lejos del exceso y del defecto que desdibujan tanto las acciones como las pasiones. En cierto sentido está indicando que todos, por acción u omisión, por exceso o por defecto, erramos de modo constante; lo mismo expresa el Evangelio al hablar del justo. Ni el acierto pleno ni la felicidad son de este mundo. “Mirad a los cuervos, que ni siembran ni cosechan, que carecen de despensa o de granero, y Dios los alimenta” (Lc, 12, 24). El cuervo, kavka, animal impuro (Dt. 14,14)*. Y yo, no obstante, desde hace días, siento que me queda una única oportunidad de ser feliz.

 

* “En cuanto a la suciedad, ¿por qué no habré de mostrarla constantemente; es mi única posesión (la única posesión de toda persona, sólo que yo no tengo clara conciencia de ello). ¿Por modestia, tal vez? Bueno, eso sería la única objeción justificada” (Carta a Milena, sin fecha, circa 1922)

5 Comments Notas para un diario 266

  1. Hannah J. 30/05/2015 at 17:00

    <>
    se nota, don Álvaro. Lo que me hice pensar que le permite haberlo quitado el azogue al cristal. Observa, contempla –el único mundo a nuestro alcance, tal vez (ese adverbio, lo puse para no armar lo-de-dios-es-Jesús o qué más, aquí). Y ¡qué bien se entrega a la transmisión!, don Álvaro: la frase de Aristóteles me llevó (una chispa repentina, la culpa no es mía) a una lección (estremecedora) de Michel Foucault sobre . Lo ve: bien se entrega a la transmisión. No se ha parado uno con una fría indiferencia (hasta a L. N. Tolstoy le hubiese hecho gracia; Lev Nikolaievich, cuando ya en la estación de Iasnaia Poliana, ¡claro!…) . Lo aguardo para una plática con uno de mi círculo. Que aquella , no es parafo cerrado, doctrinario. Aquellas líneas vuestras tienen que salir, no acabar entre manos de <> (H.M. Enzensberger). En sumo, abro la puerta. De tan viva. Por eso, le doy su nombre de transmisión, al AGIR (en español ¿el verbo-substantivo?) de sus escritos. Intento hacerlo lo más escueto. Que no es fácil, para quién HÉSITE, tartamudea. ¡Mille grazie!
    ps_Se ha mentado el carácter anfibio de idioma español. Aquel <>… No no, no volveré a empezar aquí.

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  2. Álvaro de la Rica 31/05/2015 at 14:10

    gracias mi estimada y desconocida amiga… no sé si hay algún fallo en la transcripción del mensaje, pero… en todo caso, ¡gracias!

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  3. Hannah J. 31/05/2015 at 19:22

    Fallos, hay: citas escondidas (involuntariamente). Lo que invita prescindir del uso de la tecla …
    A ver si con la tecla del “prote” para las comillas:
    1 “siento que me queda una única oportunidad de ser feliz”
    2 entre manos de “analfabetos segundarios” (H.M. Enzensberger)
    3 post data o post scriptum (…) Aquel “siento” (…)
    Y fallos, los hay. Por ser mis líneas “petits écrits de circonstances” (paso a paso, me vienen intuiciones de su conocimiento del mejor del francés, la expresión, me la llevé de préstamo de Remy de Gourmont).
    Eloges à vous.

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  4. Guest 09/06/2015 at 09:20

    Gracias!! Qué gozada lo bien que lo explicas.
    Me ha recordado un poco a mi trocito de Jorie G., creo que intuye un poco de esto también:
    “….¿Quieres venir conmigo?
    ¿Sabes cómo se ven distancias en un paisaje?
    Podemos emborronarlo. Podemos disolverlo
    todo. ¿Conoces la edad previa?
    ¿El modo en que carece de forma hasta que el amor
    la recorta? Degustamos el cariño crudo, taciturno, duradero,
    hasta gastarlo, lo picoteamos, lo erosionamos, hasta hacerlo
    desaparecer, el coraje liviano, el equipaje agujereado
    en el que llevas de un sitio a otro
    tus sueños traspasados de corrientes
    –sueños de formas, de
    conciencias
    en bisagras, todos entrelazados –sueño adelante –
    la cadena que echaste está sonando,
    aunque está hecha de aire, de menos, mira, por aquí
    refleja, por aquí se curva
    en espacio, por aquí se asemeja – rápido – sólo por una
    milésima de segundo –a la felicidad – conjunto incorruptible – …..”

    Ese errar de forma inevitable y constante, que nos desdibuja y nos dibuja, nos diferencia, y a la vez, nos hace informes, se parece mucho a ese acertar ¿inevitable? que nos recorta y nos da, confiemos en ello, una forma, o, como tú dices, la forma (“la única oportunidad de ser feliz”), de entre todas las formas infelices (y muy posibles). Pero errando, no hay más remedio. Porque, qué cansancio, pero desde “la edad previa”, estamos abocados a recortarnos…Y a tener una forma.
    Y esa cita de la suciedad al final…. Gracias!!!

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  5. Álvaro de la Rica 09/06/2015 at 09:56

    lo mejor de este blog, sin duda, los comentarios
    gracias! a ver si hablamos

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