DICCIONARIO PLOSSU (4): BLANCO Y NEGRO

¿Cómo se relacionan, en la fotografía de Bernard Plossu, el blanco y el negro, el negro y el blanco? Si supiéramos eso tendríamos sin duda una de las claves de un autor que, sin querer siquiera ser un artista (es más un viajero que hace fotos, alguien que ha buscado la belleza en la autenticidad), ha llevado hasta el límite esa contraposición cromática (que fascinó nada menos que a Rembrandt, al último Barnett Newman o a Pierre Soulages) como eje estructural de su imaginario. Lo intuía pero, como no lo sabía explicar, hasta ahora me había callado. Creo que lo he comprendido, un poco, al ver la película Blanco de Kieslowski. A diferencia de Rojo o de Azul, en la que dichos colores aparecen recogidos una y otra vez por la cámara, sea en pequeños detalles o en fondos impresionantes, la tercera parte de la trilogía del polaco bien podía haberse titulado Negro. Y no porque sean negro y blanco colores intercambiables sino porque, como enseñó Goethe en su Teoría del color, son colores correspondientes o, yo los llamaría así, reflejos: es decir que sin el blanco no hay posibilidad de vislumbrar el negro y a la inversa. Y es que sorprende que una película tan negra se titule Blanco. Esta correspondencia o esta lógica sustitutiva se percibe con claridad particular en el Plossu que fotografía la arquitectura, por ejemplo en las fotos tomadas en la Sierra de Albarracín o en las enigmáticas plasmaciones de la Villa Noailles de Hyères. Allí vemos como el negro entra en el blanco ennegreciéndolo, como el blanco queda por continuidad material abierto al negro. Alucino con la belleza de esa línea blanca y negra que se dibuja, en la foto, en la parte superior de la cornisa. Evidentemente el simbolismo de este juego visual es patente, un simbolismo que, lejos de todo relativismo, habla de la noción misma de límite ético proyectado sobre la realidad y la apariencia. El tropo equivalente sería por supuesto la metonimia, la figura que mejor ha reflejado siempre la sinestésica relación entre bien y mal, entre cielo y tierra, entre el ser y la sombra del ser.

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