Hace cuarenta años, la novela de María Van Rysselberghe que ha publicado al comienzo del otoño Errata Naturae tiene sobre el papel todas las características de la clase de literatura que me apasiona: es breve (se trata de una nouvelle), clara en su expresión y se adentra en el amor alejándose del cliché. Il y a quarante ans podría haberse titulado Quarante ans déjà, de tan presentes como están los recuerdos que se esbozan en el relato de una pasión amorosa por fugaz e incierta más duradera.
Voy a dejar de lado la dimensión autobiográfica del texto. La conozco demasiado bien como para saber que todo eso importa poco. Lo cierto es que la escritora envolvió sus recuerdos bajo la forma del género novelístico y por tanto a los lectores nos toca rozarnos con ésta y olvidar los nombres propios. La crítica literaria para ser sabia debe de quedarse lejos de la curiosidad malsana, cosa que muchos se obstinan en no hacer, y afanarse en la comprensión de lo que tiene delante.
El hilo argumental es el siguiente: un hombre y una mujer se encuentran a solas en una casa cerca del mar. Ambos están unidos de corazón a sus parejas pero por algún motivo deciden acercarse entre sí. Les une la pasión por el arte. Les une la intención de vivir libremente. Las personas a las que aman aceptan confiadamente esos límites. Pero el hombre y la mujer se enamoran. Viven un idilio, en principio un idilio en el que el elemento sexual queda al margen. ¿O no? A mí personalmente no me queda del todo claro.
De la misma trama esbozada surgen los dos elementos formales más interesantes de la novela. El primero y principal, el uso masivo de la reticencia. No existe un término para designar a aquella narración que, como hace la alegoría con la metáfora, se construye sobre la extensión de la sutil figura de la omisión intencionada. Y es una pena, porque en este tipo de textos dicha proyección altera la naturaleza misma de lo escrito. No sólo es que en una novela como esta sea más importante lo que no se dice que lo que se dice, es que desde la frase inicial (“La casa de la duna…”) la reticencia (ese permanente si-es-no-es, ese latente sí-pero-no) constituye el eje o la estructura de lo dicho. “Percibía en él, casi de manera tangible, los gestos que no hacía y las palabras que no decía. La noche había caído casi por completo…” (51). Los ejemplos podrían multiplicarse: algunos de ellos son de verdad antológicos. Tal vez no pueda ser de otra manera en un amor así. El alma está dividida y desde el principio se han delineado las marcas que no se van a franquear, por mucho que se sufra (se piensa en el fondo que el abandono y la entrega serán aún peor). El amor más que vivido es un amor morido, declinante antes que presente, un amor anunciado y posteriormente recordado pero nunca plenificado. Su condición misma es la reserva corporis et mentis. ¿Un amor falso? Yo no diría tanto.
El segundo elemento es menor, respecto del primero, aunque correlativo. Se trata del modo en que los amantes recurren como parte esencial de su historia al elemento artístico. Por las noches leen juntos, traducen algunos versos, juegan con las páginas mejores a abrirlas al azar como si fuera un Tarot para encontrar en ellas las respuestas que en realidad no quieren ofrecerse mutuamente. Y disfrutan y sufren y marean de ese modo a la pobre perdiz del amor. Sócrates hubiera considerado que este juego era sacrílego, y en ese punto yo no estoy lejos del sabio por excelencia. El arte se convierte en un mero sustitutivo de la vida. No en la inspiración que eleva el espíritu para que la persona primero vea y después actúe libremente sino la fragancia de mortaja que envuelve a quien de entrada a renunciado a vivir.
Te paso la peli de Rohmer L’Amour, l’Après-midi
http://www.youtube.com/watch?v=dLe8ZGfdgWQ
muchísimas gracias querido amigo
una pregunta tonta: ¿qué opinión tienes del bar Mut?
Gente muy callada. No he estado, tiene nombre, pero no sabría decirte.
Gracias. ¿Conoces esto? tarda un poco en comenzar
http://www.barmut.com
Ahora lo he visto, muy bien rodado, pero he mirado comentarios de esos que escriben clientes en webs y creo que el tono que quieren dar en el vídeo no se ajusta a la realidad según los comentarios. En el vídeo hay actores y actrices famosos, ¿tienes pensado ir ?
me gustaría sí
el video me parece muy bueno