UNA ESPIRITUALIDAD NO DOGMÁTICA (PUTNAM/DAVIDSON)

Este libro contiene un breve y lúcido tratado sobre el fanatismo. El filosófico, el religioso y, en no menor medida, el simplemente humano. Me gustaría saber quién le ha puesto el título en español: Una espiritualidad no dogmática. Pura curiosidad. Contiene dos textos. El primero, y más importante, un artículo de Hilary Putnam en el que dialoga con el pensamiento del filósofo judío Franz Rosenzweig y su pretensión (dogmática o no) de que los judíos practicantes conocen la esencia de su religión a través de “los actos correctos en los que se experimenta la realidad de la ley”. Según esta convicción, todo lo que de más pueda hacerse, en el orden del conocimiento de lo divino – distinciones, discusiones, comentarios y aproximaciones históricas o empíricas, por ejemplo a los documentos que contienen la Ley escrita– es cosa de una importancia “superficial y subsidiaria”. La gran cuestión, en eso parecen coincidir, se podría formular en termino sencillos con la pregunta: ¿Qué sabemos? ¿Qué sabemos de Dios? Inmediatamente acudo a mis dos fuentes inmediatas de conocimiento en este ámbito (Rahner y Bouyer) y me reencuentro con la fascinante teoría del conocimiento por analogía. En nada se opone la espiritualidad no dogmática con la idea cristiana de dogma (dokeo en griego: “lo que ha aparecido como verdadero”; por cierto, cómo no, puede haber dogmas perfectamente heréticos: los que no sean verdades reveladas públicamente -es decir contenidas en la Biblia; el presupuesto es que ella y solo ella tiene al mismo Dios por autor –  y, además, proclamadas explícitamente por la Iglesia). La vía afirmativa de lo que se afirma como dogma, de lo que sabemos sobre Dios, debe completarse por una aún más fuerte via negationis que consiste básicamente en el reconocimiento de que “nuestra ignorancia nos parece tanto mayor cuanto más avanzamos en el conocimiento analógico del misterio divino) (Bouyer, 71). Además, el conocimiento por analogía, en un plano filosófico, está limitado, para un creyente, por la idea (filosófica) de que siempre es mayor, entre Dios y el hombre, la desemejanza que la semejanza (cf. Rom 12,6). Maurice Zundel lo expresó con mística lucidez: “Es imposible hablar de Dios sin mezclar con su luz gran parte de nuestra sombra”. Recogiendo el pensamiento de Putnam, y trascendiendo el marco de cualquier religión positiva, toda posición sobre lo que pudiéramos saber de Dios, por muy equivocada que esté, expresa una forma de espiritualidad, realidad ésta de carácter subjetivo que no pertenece solo a los creyentes, y mucho menos a un grupo concreto de éstos. ¿Se incluye a los ateos? Puede que sí, y más teniendo en cuenta que esta vocablo (como ocurría con la palabra sofista en el entramado filosófico ateniense del siglo V a.C) suele ser utilizado por los dogmáticos como un arma arrojadiza contra quienes no comulgan con su fe.

2 Comments UNA ESPIRITUALIDAD NO DOGMÁTICA (PUTNAM/DAVIDSON)

  1. José Joaquín 15/12/2017 at 08:13

    Mil gracias por tan luminoso comentario y estando a la espera de su próximo comentario del último libro de Simon Critchley, le saludo desde el Sur.

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  2. Álvaro de la Rica 15/12/2017 at 09:51

    Gracias. Pronto leeré el nuevo Chritchley. Claro que sí. Un saludo, Álvaro

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