Paul Klee (en la March)

Desde el pasado 22 de marzo, y hasta final de junio, puede verse en la sede madrileña de la Fundación Juan March la exposición Paul Klee: maestro de la Bauhaus. Se trata de una muestra cuya excepcionalidad es preciso explicar de forma adecuada. Desde hace una larga serie de años, el Centro Paul Klee de Berna, uno de los museos monográficos más prestigiosos del mundo, emprendió la tarea de sistematizar y preparar, para su puesta a disposición en la red, todo el material de trabajo del artista suizo; en particular, dentro de ese valioso legado, destacaba la investigación que Klee había emprendido en la preparación de su tarea docente en las escuelas de artes y oficios fundadas por Walter Gropius, la Bauhaus, primero de Weimar y más tarde de Dessau. Klee trabajó incansablemente en el estudio de elementos plásticos como el color, el ritmo, la naturaleza, la construcción y el movimiento. Lo hizo no con la intención inmediata o exclusiva de dotar a su obra de una estructura interna solvente, que también, sino con el fin primordial de desplegar ante sus alumnos (destinados a ser trabajadores de todos los ámbitos de la construcción) lo que se podrían denominar los fundamentos del diseño. Klee produjo una teoría del diseño plástico, con vistas a su aplicación en diferentes ámbitos constructivos y de la producción industrial, tan abierta como coherente y que pretendía lograr una compresión de la expresividad de las formas plásticas. Naturalmente que todo ese esfuerzo metódico se transparentó después en su inspirada pintura, pero tiene un valor en sí mismo como esfuerzo por desplegar un material didáctico específico y, esta exposición, sin excluir lo anterior, se dirige al estudio de ese otro aspecto.

La exposición muestra una parte relevante de todo ese material, junto a algunos de los objetos creados y de aquellos elementos que le servían de base para las investigaciones, y un conjunto de documentos que permiten rastrear el origen de su reflexión, de sus lecturas, en suma, del inmenso trabajo de investigación que Klee realizara al hilo de sus clases y de sus intereses como pintor.

Los responsables de la Fundación han hecho a su vez un esfuerzo proporcional a la importancia de esta muestra, contextualizando su especificidad con un ciclo de conferencias, un ciclo musical y dos publicaciones imprescindibles para estudiar después con la debida calma lo que la exposición sólo puede adelantar: el catálogo en el que se recoge lo principal del trabajo mencionado, presentado por textos de las personas que han realizado la sistematización del legado Klee (Fabienne Eggelhöfer y Marianne Keller-Tschirren) y una edición en semifacsímil de las Notas de clase o Aportaciones para una teoría de la forma pictórica.

 

2 Comments Paul Klee (en la March)

  1. David Gutiérrez 12/04/2013 at 18:43

    Nos gusta Klee muchísimo. Estamos Olga y yo leyendo esta reseña y vamos a ir a ver la exposición en cuanto Olga se encuentre bien y por supuesto, teniendo bien presentes tus comentarios.

    un abrazo

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  2. Álvaro de la Rica 12/04/2013 at 19:32

    Gracias David, ojalá podamos volver juntos a mediados de junio, para celebrarlo!!!!

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