Nostalgia y Sehnsucht (A propósito de Navia)

José Manuel Navia ha dado a la imprenta un libro que, además de ser una belleza como objeto físico, contiene bajo el título de nóstos (ediciones anómalas, 2013) algunas de las fotos tomadas por él en los últimos doce años. La memoria. El viaje. La tierra. Son las tres puertas de un tríptico que esconde y protege el sentimiento de nostalgia, del dolor que el artista siente por querer retornar. Pero yo me pregunto, contemplando las imágenes del libro, y meditando en los textos preciosos que dialogan con las fotos, y que las confrontan ante el abismo del sentido, ¿nostalgia de qué?, ¿retorno a qué? Como saben aquellos que me conocen, pertenezco a la raza chatwiniana de los inquietos, de los que más que volver prefieren tomar distancia, proyectarse hacia delante, hacia algo que es aún más abstracto e intangible que lo que el nostálgico anhela recuperar del pasado. Volver, para muchos (el hijo pródigo, por ejemplo) es salvarse. Néstor, en la Odisea, es el único que se salva porque vuelve, a diferencia del propio Odiseo, para quedarse. Gide y Rilke comprendieron muy bien, interpretando la parábola aludida, la belleza que se encierra en ser preterido y apartado. Comprendieron que esa separación voluntaria ensancha los círculos sobre los que se proyecta el infinito amor del Padre. Partir es vivir. A la nostalgia le corresponden la elegía y el régret. Al deseo de avanzar, la lírica. El sustantivo alemán Sehnsucht, que proviene del verbo Sich Sehnen, con el sufijo sucht equivalente al -algia, dolor, de la nostalgia, expresa la idea de un tormento por lo porvenir. La tortura de desear el bien futuro apenas barruntado. Arder de amor, dicen los troveros alemanes, los minnensänger, del siglo XI, de donde procede el término. La diferencia entre nostalgia y sehnsucht es sutil pero no del todo imposible de establecer: en el sentimiento primero el dolor se proyecta sobre un objeto definido (¿Ítaca?). En el segundo se centra en el interior del sujeto, y el objeto queda indefinido: apenas una estrella imaginaria y fugaz de tres puntas (la del deseo, la de la libertad, la de la poesía).

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