Lamia Ziadé

En la pasada feria del libro del Retiro tuve la suerte de coincidir con la ilustradora libanesa Lamia Ziadé. Ella firmaba ejemplares de Bye bye Bablionia (Beirut 1975-1979), Sexto Piso, 2012. Compré su libro y me dibujo una bella dedicatoria (à côté). Contemplé con placer y atención las imágenes que ilustran esta peculiar autobiografía y leí el melancólico texto que las arropa.

1. ¿Qué se le viene primero a la mente, las imágenes o las palabras? ¿Qué relación íntima mantienen ambas en su texto?

Las imágenes se me imponen en primer lugar, sin duda. Soy una artista plástica, una ilustradora. En un principio, es la dimensión visual la que me motiva. Tuve ganas de dibujar un paquete de cereales, la fachada de un cine o a unos milicianos con camisas hawainas, etc. Y así lo hice, y entonces fue cuando escribí un texto mínimo para acompañar a mis dibujos. Poco a poco el texto se fue alargando casi sin que yo me diese cuenta. Pero no era mi esa intención inicial. Al comenzar yo quería hacer únicamente un libro de lustraciones.

2. Al leerlo y contemplarlo, tuve la impresión de que su libro estaba inspirado por la idea de tolerancia. ¿Es un Ud. tan escéptica hacia la ideología política y religiosa como parece? ¿No es así que la cultura francesa es para Ud. sinónimo de libertad?

Yo desconfío (¡y hasta temo!) de la ideología política y del fanatismo religioso. Pero en el Líbano es difícil escapar de esas dimensiones y por eso hacen falta grandes dosis de tolerancia para comprender la realidad tal como es. Ciertamente estoy convencida de que mi cultura francesa ha contribuido a mi apertura de espíritu.

3. ¿Qué relación percibe, en su memoria, entre el miedo y los sueños o pesadillas por un lado, y entre el temor y la creatividad por otro?

No acierto a ver una relación entre miedo y creatividad: dudo de que ésta proceda de aquél. Mucha gente tiene miedos y no es creativa, y a la inversa también ocurre. Al menos no lo había pensado pero, porqué no, tal vez la creatividad sea para mí una forma de defensa, de pelearme contra una angustia que todavía está muy presente.

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