Creo que a estas alturas nadie dudará de que creo profundamente en la amistad hombre-mujer. Por eso, y con todo el respeto a su señor marido, también buen amigo mío, quiero felicitar a Pilar por su cumpleaños (creo que cumple 27, o así, como dicen en Pamplona). Conocí a Pilar hace algo más de un año. Compartimos desde entonces, entre otras muchas cosas, un café de madres (y padres: el sector masculino está escuetamente representado por dos elementos) de la parada del autobús de nuestros hijos. Conozco pocas personas más generosas, más abiertas y más entrañables que Pilar. Gracias a ella he entendido una verdad que puede iluminar una vida: que los amigos son familia y que la familia debe de ser amiga. Y que a ambos hay que cultivarlos, aunque a veces cueste sangre, sudor y lágrimas; que merece mucho la pena. Hay un rasgo que me resulta especialmente querido de su personalidad: su transparencia. Ojalá yo tuviera su elegante sencillez. ¡Felicidades Pilar, que disfrutes con Javier, tus hijos y tus padres, y que te acuerdes un poco de tus amigos del norte! Me sumo a la fiesta familiar con esta canción que creo que te gusta bastante; he elegido una versión distinta de tu preferida, pero ya sabes que a veces me gusta chincharte (como con lo de Candanchú).
Así sea. Feliz cumpleaños¡¡¡¡
No puedo estar más de acuerdo en que los amigos son familia. Es más… lo único que tememos nosotros cerca son amigos y son los que relamente nos ayudan. A mi me llevo a dar a luz una amiga, y después llegó mi marido… ¡qué más se puede pedir?
En cuaánto a la amistad hombre-mujer… sí pero puntualizaciones: No todos los hombres ni todas las mujeres son capaces… aquí lo dejo.
Gracias a las dos