In memoriam Juan García de Oteyza, 1962-2013

Hay muchos méxicos en la palabra México: y hay muchos méxicos en el México de Bernard Plossu. Pienso que se pueden entrever en la secuencia que conforman los distintos viajes: 1965-1966, 1970, 1974 y 1981. El primer “viaje mexicano” está dominado por el maravilloso descubrimiento de la luz. Un golpe, una especie de coup de foudre, que vira horizontalmente– en realidad se trata de un paso, de un pasar fluido a través de la luz – hacia la transparencia: “En México lo que vemos es aún más excesivo que lo que imaginamos, ¡lo real delira!”, escribió Plossu. Otra cosa muy distinto será el regreso o el viaje al trópico. Entonces ya hay otra mirada, en la que encontramos o la multiplicidad o la soledad, soledad acompañada y soledad soledad. Contaremos esa historia. Ahora permanecemos con él no deslumbrados sino alumbrados, que es cosa muy distinta. Luz diadema, luz enagua, toba, luz bordillo, volante, papeles cervantinos de la calle, pantalones de los hombres y lágrima nupcial, luz cincha y sandalia, luz sombrero de medio lado, luz pupila chef d´oeuvre de la Création de Mari, luz carretera, transparencia luz, intersticios de una veneciana, luz enumeración, luz lenguaje castellano, misterio de la luz, perla, diente de nuevo, oreja, transparencia encore del velo, no de la casulla ni del sobrepelliz, del velo, del ángel, a veces lo terrible, lo sublime, es blanco.