Concurso El teatrillo

Mi querida amiga Eleonora Arroyo convocó un concurso en el que se trataba de poner palabras (370 caracteres máximo que conformaran una historia, una escena o un fragmento) a la imagen del teatro que ella había confeccionado. Ayer se falló el premio y los ganadores fueron Istvan, con esta historia maravillosa: “Seré”: después seré caballo, se prometía el asno azul. La niña será écuyère en mi grupa y hasta el maestro de ceremonias nos aplaudirá, y los libros contarán nuestra historia. Entonces la escena se llenaba de luz en ese más allá que el asno, oscuro, opaco entre las casitas, hacía rutilar como si fuera un hoy. Mientras se juraba una y otra vez que había otras vidas después. La segunda historia ganadora fue “Recado a la autora”, de Cármen Cardemil. Otra preciosidad: “Recado a la autora”: EL: ¿Adonde vais señorita/En ese caballo bayo? ELLA: Voy en busca de la aurora/y también a tomar moras/que con estos ojos no hallo. EL: ¿Y porque no me lleváis/y me aceptáis de doncel? ELLA: Pues creedme que lo haría/y también te llevaría/si parara mi corcel! (ALEJÁNDOSE AL GALOPE)) Pero como mi señora/riendas no me dibujó/Dirigíos a Eleonora/Y pedidle sin demora: (GRITANDO)/Unas riendas/Unos ojos/Y un corazón de cartón!. Por último, la tercera historia ganadora. De Antonio Santos, titulada “Familia numerosa”: Alix Mackay nació diferente. Amazona y yegua al mismo tiempo. Su padre, hombre suceptible, abandonó el hogar sin dar explicaciones. Alix creció feliz correteando por la campiña escocesa hasta que conoció a un joven alemán. Flechazo. La familia del bávaro, llena de absurdos prejuicios, se opuso a la relación. Rudlf montó en la grupa de su amada y ambos se arrojaron por un acantilado  desapareciendo en la inmensidad azul. Años después unos marineros aseguraron haber visto un grupo de sirenas en alta mar.

Mi más cordial enhorabuena a los tres. Se ganaron un teatrillo (era el premio) como el de la foto (¡qué envidia!) Fue un gusto participar.

P.S. Yo mandé esta historia, sin título. Había una vez una reina infeliz encerrada en un palacio del que salía, cada noche, en turbulentos sueños; el rey era bueno pero carecía de imaginación. Un día su edecán le advirtió de que la reina era infeliz, al punto de que acabaría muriendo. Por fin, aquella noche, el rey soñó que oía a alguien huyendo a caballo, que salía al patio y que se encontraba de frente con su amada en plena fuga. Se dieron un susto de muerte.

1 Comment Concurso El teatrillo

  1. Eleonora 30/09/2013 at 21:14

    Querido Álvaro, en este momento veo con gran sorpresa tu crónica sobre el concurso. Qué generosidad de tu parte.
    Tu texto era uno de los candidatos al premio,pero me fue muy dificil y penosa la selección.
    Mi idea es hacer un teatrito para tí, será un placer. Solo te pido un poco de paciencia porque acabo de comenzar las ilustraciones para un libro que me llevará bastante. Pero la promesa queda hecha.
    Un fuerte abrazo!

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