-…Ya ve, tengo de verdad una identidad europea.
-Sí, pero, ¿en qué consiste?
-En una serie de datos comunes que hacen que, cuando leo un diario en Italia, siendo holandés, sepa de qué se trata. También en poder leer a Franz Kafka, a Milan Kundera, o a Sandor Marai sobre una base de conocimiento compartido. Esa Europa, que los políticos torpemente quieren vender como si se tratara de algo excepcional, siempre existió. Voltaire hacía imprimir sus libros en Holanda y Mozart tocaba en París. Entonces, Europa, su idea como conexión cultural, siempre existió. Eso fue lo que les permitió a los políticos establecer una Comunidad Europea.
La entrevista completa en Ñ de Clarín.
No está de más, de vez en cuando, decir lo más evidente.
así es
me han gustado mucho tus dos blogs, enhorabuena