Yves Bonnefoy (1923-2016). In memoriam

Debo mucho en verdad a Hopkins Forest,
En mi horizonte sigue, en esa parte que
Prefiere a lo visible lo invisible
Por el agrietamiento del azul a lo lejos.
Entre los ruidos lo oigo, y hasta a veces
En verano, al remover las hojas muertas
De otros años, claras en la penumbra
De los robles tupidos entre piedras,
Me paro, y creo que este suelo se abre
Al infinto, que estas hojas caen
En él sin prisa, o que sube, sin que haya
Ya ni arriba ni abajo, ni ruido, sino un leve
Cuchichear de copos que en seguida
Se multiplican, se acercan, se anudan
– Entonces vuelvo a ver el otro cielo,
Y por unos instantes entro en la gran nevada.

Hopkins Fortest
, final (versión de Jesús Munárriz)
©Foto: “Clarita”, Tatjana Urban (2016)

Escriba su comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *