Notas para un diario 161

“Quieeeeeeeeeeeero ser/ una palabra/serena y clara”. Pues, qué quieres que te diga: a mí me encanta esa canción de Amaia Montero, sobre todo ese “Quiero saber que dormiré/a la verita tuya”. Me gusta esa palabra. Vera. Orilla. “En las orillas vellosas de tu cabellera” de las que hablaba nuestro querido Beau-de-l´aire. “Que no se escribe así”. Y, ¡qué mas da! Y vuelta: “Quiero creer/quiero saber/que dormiré a la verita tuya”. Ay… una palabra, serena y clara, eso querría tener yo para ti, una palabra conseguida, pura, la genciana amarilla y azul. Estamos aquí para decir: casa, puente, surtidor, puerta, cántaro, árbol, frutal, ventana, todo lo más: columna, torre… pero para decir, compréndelo, oh para decir así, como ni las mismas cosas nunca en su intimidad pensaron ser (1). Las cosas. Les choses. Recuerdo esas palabras que me pasaste el otro día, aquellas que decían que por muy dura que sea la vida, lo que importa es hacer algo interesante con ella. Y eso tiene que ver mucho con el mundo físico, con mirar las cosas, la nieve y la luz y el olor de la puerta y todo aquello que constituye a cada instante tu existencia fenoménica. Qué gran consuelo… saber que estas cosas persisten en su ser (2) ¿Te acuerdas del poema de Brodsky a su hija, cuando le dice que, cuando él se muera, persistirá en las cosas, en el falso mármol de las mesas del Caffè Rafaella de Venecia? “Existencia fenoménica” ¡Pues vaya consuelo! Y si te digo que a mí las cosas no me importan absolutamente nada, que sólo, sólo me importan las personas. “Pues dílo, y quédate tranquilo, que para algo es tu cumpleaños, pero, si lo piensas un poco más, un poco mejor, quizás te des cuenta, por una vez, de que una cosa no es incompatible con la otra. En el mes de agosto de 1940 he accedido a la familiaridad de los pinares. En esta época, esa suerte peculiar de cobertizos, de claustros, de mercados naturales tuvieron la oportunidad de salir del mundo mudo, de la muerte, de la no-percepción, para acceder a la palabra, al de la utilización por el hombre para sus fines morales, EN FIN, AL LOGOS, o si se prefiere y para hablar por analogía, al REINO DE DIOS (3). Te lo he dicho de varias formas últimamente. No me utilices. No me conviertas en cosa. Das Ding. No quiero ser una cosa transformada por ti en palabras. No reserves tu eros para tu logos, para tu pequeño e insignificante logos (4). Y tú, como si nada, vas y me espetas aquellas preguntas tan manidas: ¿qué caminos tomaremos sino los que nos abre nuestra pluma (nuestra escritura)? ¿Qué caminos podemos tomar, si no son los que nos abre (traza) la escritura? No vayamos dando rodeos (con desvíos y precauciones). No daré rodeos para explicar mi método creativo. No resultaría bueno cruzarse en su camino (contrarrestralo). LA CREACIÓN NOS HARÁ VER EL CAMINO (5). ¡Ya! Todo eso está muy bien, muy francisponge, muy annecarson, muy josifbrodsky y muy saulbellow, ya sé que has leído un montón, hasta atrofiarte del todo, y espera a ver lo que te queda, a ver quién coño te aguanta en los próximos años, perdona que te lo diga así, pero yo te respondo con el poeta, el de verdad, el que cruza la montaña por la ladera del borde y proclama que todo está de acuerdo en silenciarnos y que en los cruces de dos caminos del corazón (eso, innombrable, que sigue sobrepasándonos) no se alza ningún templo para Apolo (5). Vaya, veo que sigues en tus trece. Veo que sigues siendo la más cabezota (¿debería mejor decir obstinada?) que quepa imaginar. Voy a intentar explicártelo por última vez. Quiero, ahora que la tormenta inicial ha hablado largamente en nosotros, que lo entiendas, nos jugamos mucho. Quiero que atendamos a lo urgente, que preparemos una página en la que pueda hoy nacer una verdad que sea verde, aunque es más que posible que yo carezca de cualidades para emprender una empresa así. Sólo me interesa lo que, de distinto del poema, hay en ti. Tu eres algo más valioso que mi trabajo, más interesante, no tienes ningún deber conmigo. Tú y el poema sois inconciliables (6)

1. Fragmento de la Elegía IX (Elegías de Duino) de Rainer María Rilke.
2. Fragmento de Hombres en sus horas libres de Anne Carson.
3. Fragmento de El cuaderno del pinar de Francis Ponge.
4. Paráfrasis de una frase de Saul Bellow.
4. Fragmento de La fábrica del prado de Francis Ponge.
5. Fragmento de la Elegía IX (Elegías de Duino) y del soneto III (de los Sonetos a Orfeo) de Rainer María Rilke.
6. Paráfrasis de Las riberas del Loira, de Francis Ponge.

12 Comments Notas para un diario 161

  1. paisajescritos 08/05/2010 at 10:11

    Vaya, también tú te agarras al camino de la vida. ¡Cómo estamos!(¿será la cosecha del 65, que a los grandes reservas hay que ir ya bebiéndonos, por aquello de si nos picamos?)
    Felicidades, veo que te has regalado a placer… siempre maravilloso Rilke.

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  2. Icíar 08/05/2010 at 13:41

    ¡Menuda forma de unir textos!
    Y yo sigo pensando que debajo de todo no hay más que eso de engañar a la muerte. Como dices, eso de hacer algo interesante en tu vida. No es más que una resistencia a la muerte, al conocimiento de que moriremos. No queremos morir. Pero moriremos, unos más que otros, pero muertos todos. Es cuestión de tiempo, da igual un día, une mes, que 3.000 años. Muertos todos.

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  3. rfu 08/05/2010 at 16:44

    Muchas felicidades, Álvaro.

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  4. Icíar 08/05/2010 at 20:40

    ¡Ah! y ¡Feliz cumpleaños! (no sé por qué pensé que ya te había felicitado en una entrada anterior).

    ¡Vaya tontería de comentario el mío para una felicitación! apropiado, apropiado …. no lo es mucho.

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  5. delarica@unav.es 09/05/2010 at 10:09

    Gracias, de todo corazón.

    Reply
  6. Eidyllion 09/05/2010 at 22:38

    En primer lugar, felicidades atrasadas… (no sé si es apropiado, no me importa). Veo que disfrutate el día de ton aniversaire!
    Sólo quería recomendarte que leyeras el artículo que publicó El País hace ya unos meses "Palabras de amor", de Almudena Grandes. En él habla de lo que al morir queda impregnado en las personas que nos sobreviven… porque, al menos yo creo que Brodsky no persistiría en el "falso mármol de las mesas del Caffé Rafaelle" si no fuera por la mirada atenta y sensible de su maravillosa hija. Dice Almudena: "La memoria del amor es, a cambio, tan larga como la vida de los que sobreviven." Artículo completo: http://www.elpais.com/articulo/portada/Palabras/amor/elpepusoceps/20091011elpepspor_15/Tes

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  7. delarica@unav.es 09/05/2010 at 22:42

    gracias, lo leeré enseguida

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  8. fschmidt 10/05/2010 at 15:30

    Nuestro examen de esta mañana!
    Feliz cumpleaños super atrasado,

    Fran

    Reply
  9. delarica@unav.es 10/05/2010 at 20:31

    gracias Fran!

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  10. delarica@unav.es 11/05/2010 at 08:33

    Eydilion, le copio una parte del poema de J.B. en el que queda patente que su intuición es la correcta

    On the whole, bear in mind that I´ll be around. Or rather,
    that an inanimate object may be your father,
    especially if the objetcs are older than you, or larger.
    So keep an eye on then always, for they no doubt will judge you.

    Un saludo,

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  11. molinos 11/05/2010 at 10:11

    Feliz post cumpleaños.

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  12. delarica@unav.es 11/05/2010 at 17:00

    mil gracias Ana

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