1. Accidente nocturno, de Patrick Modiano.
2. Palais de Justice, de José Ángel Valente.
3. Decreación, de Anne Carson.
4. Mi Carso, de Scipio Slataper.
5. Ex aequo: Tragedia y modernidad de Simon Critchley y La sociedad del cansancio de Byung-Chul Han.
Mención especial para la película Ida, de Pawel Pawlikowski.
Por quinto año consecutivo, publico una lista breve de los libros que a mí me han gustado más. ¿Los mejores? La literatura no es una carrera de galgos. Todo lo contrario, si acaso sería una carrera de minusválidos en la que gana el último con tal de que resista. Esta lista no está dispuesta en orden, por tanto. Quizás puedo decir que son cinco libros de los que me he enamorado. Modiano refleja en su escritura toda la historia de la sintaxis hebrea, de sus raíces que se retrotraen a los primeros textos de esa tradición. Por eso es capaz de escribir memorablemente, en círculos fulgurantes, el hecho más banal. Valente porque, como ya indiqué en su día, de haber leído este texto sustancial antes, yo no hubiera escrito La tercera persona. De Anne Carson, quizás la escritora viva que más me interesa, hablaré en los próximos días o semanas. El libro bárbaro y lúcido de Slataper se publicó en 2013, pero yo lo leí en 2014. ¿Qué mas da? ¿Qué es el tiempo?, se preguntaba Heidegger en un texto fenomenal. Y los ensayistas Critchley y Buyng-Chul Han han constituido para mí el gran descubrimiento del año: la confirmación más elocuente de que el mundo es muy ancho y de que el espíritu sopla donde quiere. He incluido, con una mención especial, la película Ida, de cuya visión aún no me he recuperado del todo.
Los mejores libros del año 2013
Los mejores libros del año 2012