-¿Te has leído el Discurso del Nobel?
-Claro.
-¿Y?
-Vaya…
-No dice gran cosa.
-No.
-¿Dónde están los grandes discursos? ¿Recuerdas el de Camus, el de Faulkner, el modo en que hablaron de la literatura y de los pobres, de los desheredados de la tierra?
-Sí, me acuerdo, pero yo creo que lo ha hecho aposta.
-Puede ser, pero, ¿por qué? ¿por qué un discurso tan plano?
-No lo sé, pero lo ha debido de hacer aposta.
prefiero el tuyo, o similar, con leerlos a ellos basta