Danilo de Marco es un fotógrafo italiano que ha hecho su carrera al menos en parte en el Corriere della sera y en otros medios gráficos de todo el mundo pero que, ante todo, es un fotógrafo libre, que va por libre, haciendo pequeños y grandes proyectos, exposiciones en las que recoge su voluntad inquebrantable de reflejar, con su cámara, el mundo tal y como él lo ha visto. Danilo es un fotógrafo de tesis o un fotógrafo revolucionario en el sentido de que pretende mover al espectador a una completa renovación de sus planteamientos acomodados y burgueses, recordándole incesantemente que la verdadera vida, la única digna de ser calificada como humana, está en otra parte, en otra estética y en otras formas y realidades que habitualmente despreciamos olímpicamente. En un momento cultural en el que las artes plásticas y poéticas, cuando no toda la filosofía y la crítica cultural, han sucumbido ante los dogmas del formalismo, de Marco apuesta por la importancia del tema, del objeto representado, del que su hacer toma la categoría de artístico, y no a la inversa. Con su tenaz búsqueda de la verdad histórica, social y humana, de Marco demuestra el inmenso poder de lo visible, su capacidad de atraernos infinitamente con su simple belleza. ¿En qué consiste esa renovación, que es política pero también es moral? En la apuesta decidida por lo humilde y por lo que no se engríe, por lo débil que sin embargo resiste, por lo marginado y despreciado que no obstante nos grita que es el único futuro: lo sencillo, lo austero, lo veraz. ¿Dónde está el fundamento de esa estética fotógráfica? En muchos sitios, sin duda, pero pienso que comporta una antropología, una reflexión incesante sobre la moralidad humana, un apelación que recuerda a la pregunta obsesiva que ha rondado siempre a los grandes espíritus y que puede formularse así: ¿Qué debemos hacer? ¿Cómo es posible que no nos convirtamos a la bondad, a la verdad, al bien, de una vez?
(Danilo de Marco tiene una espléndida página web: www.danilodemarco.it que recomiendo vivamente. He traído al blog, gracias a su amabilidad, una reciente tomada en Zanzibar y que se titula Recogedoras de algas)
Otro descubirmiento que te agradezco. Un abrazo