No quiero una «nueva normalidad», entre otras cosas porque no sé lo que es. Deseo sencillamente recuperar la normalidad, la de siempre, siempre cambiante, distinta e inesperada.
P.S. La normalidad la hacemos nosotros, con toda su imperfección, y sí volverá, como ha vuelto siempre; pero que, por favor, nadie me la defina, y menos que nadie un presidente de gobierno