Vibraré casi sin mirar la flecha
hasta que no se tense la cuerda de mi corazón:
porque el Maestro Zen del Tiro con Arco me lo ha enseñado
y, ¡nos mira desde hace tres mil años!
(Cristina Campo, “Il maestro d’arco”; la traducción macarrónica es mía)
P.S. Lo extraordinario es que la foto proviene de un anuncio de camisetas de algodón (años 30, Alemania)